Artículo de Opinión: "CÓMPLICES DEL PARO"

La aparición de los sindicatos de clase, (concebidos como instrumentos para defender a la clase trabajadora y luchar contra el capitalismo explotador en España, en la segunda década del siglo XX, fue conveniente y necesaria. Así se crea UGT en 1.910- como rama laboral del socialismo español, incluso antes que el PSOE.
CNT se crea también el mismo año 1.910 y, curiosamente también en Barcelona pero, con criterios diferentes. Anarcosindicalistas, partidarios de la acción directa, desde el principio, relacionados con atentados – no olvidemos el asesinato de Canalejas con Alfonso XIII y el intento de asesinato del mismo rey el día de su boda.

Así reaccionan en su tiempo los trabajadores, cansados de ser explotados y de sus pésimas condiciones de trabajo. Se agrupan, ayudan y defienden para conseguir superar esta situación. Incluso, en esta fase, realizan nobles labores asistenciales y de caridad y socorro entre las personas más desfavorecidas de este colectivo.

La aparición de CC.OO es diferente y más tardía. En los años 1.950, aparecen las primeras “Comisiones Obreras”, impulsadas por el P.C.E. y, curiosamente también, por movimientos cristianos contrarios al franquismo. Es en 1.966 cuando CC.OO. logra un auténtico triunfo en las elecciones sindicales y es perseguida por el régimen dictador. Marcelino Camacho, su entonces presidente, ingresa varias veces en prisión.

En los años 80, con el triunfo del socialismo en España, se produce el auge del sindicalismo en nuestro país, pasando de 500.000 afiliados, a más de 2.500.000, 20 años después, doblando la densidad sindical del 8% a más del 16 %
Pero, curiosamente, además del auge del sindicalismo de clase, se produce una amplia creación y posterior consolidación de los llamados “sindicatos independientes”(profesionales, de cuadros, de sectores, etc.).Su menor tamaño, escasa burocratización, no dependencia de ningún partido político y, sobre todo, su cercanía con el trabajador, hacen que se consiga su proliferación y consolidación.

Ante tales circunstancias, el gobierno de Felipe González, con el fin de “jibarizar” y evitar el crecimiento de sindicatos independientes, toma diferentes medidas para impulsar el movimiento sindical basado en la lucha de clases, entre las que destacaría:

1º).-Creación del concepto de “sindicato más representativo”
2º).-Cesión de bienes del patrimonio sindical acumulado.

1).-Con esta nueva definición, se otorgan determinadas facultades y derechos en exclusividad a los sindicatos de clase, dándose en algunos casos la paradoja de que un sindicato profesional, mayoritario en su sector, no pudiera negociar un convenio colectivo mientras que UGT y CC.OO, aún sin tener representación en ese sector en concreto, sí pudieran hacerlo(injusto se mire por donde apetezca).

2).-Mediante esta ley “se regala” mayoritariamente a UGT y CC.OO. innumerables bienes inmuebles, que fueron incautados, en su día, por la dictadura franquista.
Una ley, en aquel entonces muy polémica, por la procedencia del capital, en su origen, con el que se adquieren los inmuebles y, por la forma del reparto de los mismos.

En conclusión, el gobierno socialista concede innumerables edificios y locales a los sindicatos afines y maleables, es decir, UGT y CC.OO.

Con la CNT, CGT, FAI, no se atreve, pese a ser el sindicato de mayor actividad e importancia con anterioridad a la dictadura. Su carácter anarquista, historia violenta y, al no tener detrás el respaldo de ningún partido político (no olvidemos la definición de anarquismo), hacen que sea la organización sindical menos favorecida.
Muchas de sus antiguas propiedades fueron, sin más, regaladas a UGT.

Pasan los años, la sociedad va evolucionando, los tiempos van cambiando y, UGT y CC.OO también lo hacen, pero, de curiosa manera. Traicionando su objetivo fundacional, se convierten en estructuras rígidas, jerarquizadas y, con una clase dirigente elitista y muy bien remunerada. No defienden a los trabajadores, sino sólo a sus afiliados e intereses de partido
Estas estructuras elefantiásicas, se han convertido en movimientos de agitación social y movilización de masas, manipuladas y bajo el dictado de los partidos de izquierda, en contra de los partidos de centro-derecha cuando están gobernando, como forma y manera de desgastarlos.

Traición a sus creadores, deslealtad a sus objetivos fundacionales, alevosía, felonía, etc.

Sindicatos que anuncian ahora un “otoño caliente”, cuando durante 8 años, han estado calladitos, mientras ZParo destruía empleo, hasta llegar a cifras escandalosas.

Podríamos decir que han sido cómplices de esta situación, como si no les hubiera importado la destrucción de empleo.

Es evidente que no han querido morder la mano que les daba de comer. Con prebendas y subvenciones sustanciosas, ZParo los ha tenido apesebrados y, sobre todo, desmovilizados. “Chicos, guardad fuerzas para cuando gobierne el PP, ahora, tranquilitos.

Pasado el veranito, veremos a estos cómplices del paro “movilizar a sus bases para tomar la calle y desgastar al Partido Popular.

Parece mentira que todavía no se hayan dado cuenta que, la mejor política social que puede hacer un gobierno, con independencia de su ideología, es crear empleo que, evidentemente, ellos no lo hacen.

Los sindicatos de clase han evolucionado sólo en beneficio de una clase elitista dirigente, muy bien remunerada y alejada de los trabajadores, sí, esa clase dirigente que agita al personal, afirmando que la actual reforma laboral es inconstitucional, al tiempo que aplica esta normativa para despedir a trabajadores de sus sedes de Madrid y Barcelona.
Haced lo que yo diga, pero no lo que yo haga.

Manuel Martín Sánchez
Graduado Social